INSTITUCION ETNOEDUCATIVA RURAL
NAZARETH
El centro educativo Nazaret fue creado por Decreto 233 del 1 de febrero de 2010; surgió como una necesidad del sector y del municipio para resolver problemas educacionales de los habitantes de vía Uribía a Manaure Km. 7.
Siendo que su población estudiantil es de escasos recursos económicos, pertenecientes al sector indígena wayuu, en algunos casos con barreras para el aprendizaje y la participación, a los cuales se les dificultaba ir a cursar estudios secundarios a otros planteles o instituciones con una alta población escolar, se dio la necesidad de ampliar su cobertura hasta completar la Educación Media.
El análisis de la realidad socio-económica y cultural de la comunidad educativa, permitió llegar a elementos teóricos que viabilizan la implementación de una educación integral en los niveles de preescolar, básica y media, de modo que se le ofrezca a los estudiantes la oportunidad de desarrollar competencias básicas, ciudadanas y laborales y al tiempo le sirviera para mejorar su nivel de vida. Agregado a esto, la globalización comercial del momento actual que vive la sociedad, demanda prioritariamente un bachillerato con este enfoque, sobre todo en un municipio como Uribía a Manaure, sector indígena.
En conclusión, atendiendo a las necesidades e intereses de formación del alumnado, así como las potencialidades institucionales, se obtuvo un marco de referencia que revela la necesidad de implementar una educación que enfatice en la atención a estudiantes de población indígena, el desarrollo de valores; procurando además el desarrollo de la cultura.
Aspecto cultural

Idioma: Pertenece a la familia Arawak y se denomina Wayuunaiki
Su lengua es el Wayuunaiki, este lenguaje es más que todo pronunciado por la garganta del Guajiro, un lenguaje único e interesante, por el que fue bendecido este extraordinario pueblo indígena del mundo. En el Wayuunaiki (lengua de los Wayuu) el significado de la palabra Wayuu quiere decir: Persona. La palabra opuesta aliijuna significa extranjero, hombre blanco, es decir, no-Wayuu, alguien que no comparte las características de lo que significa ser Wayuu.
Sociedad organizada en clanes e'iruku. Entre el pueblo wayúu existe todavía la autoridad tradicional y un sistema autóctono de la administración de la justicia en la cual se destaca el pütchipü o pütche'ejachi, es decir, el portador de la palabra o "palabrero", quien resuelve los conflictos entre los diferentes clanes. En lo que se refiere a la familia extensa matrilineal "según la sangre" oapüshi, el alaula tío materno mayor es quien ejerce la autoridad. Los parientes por línea paterna, "según la sangre", se reconocen como oupayu, aliados con quienes se espera solidaridad yana'ma' o trabajo conjunto.
Existen por lo menos 30 clanes, entre los cuales están los Epieyú, Uriana, Ipuana, Pushaina, Epinayú, Jusayú, Arpushana, Jarariyú, gouriyú, Urariyú, Sapuana, Jinnu, Sijona, Pausayú, Uliiyú, apshana, Boriyú, arphusaina . El mayor porcentaje de población se encuentra en los clanes Epieyú, Uriana e Ipuana.
El hombre puede tener varias mujeres. Antes del matrimonio el novio debe llegar a un acuerdo con los padres de la novia en una reunión denominada ápajá y entregar a ellos la cantidad de ganado y joyas que acuerden. La mujer permanece en el hogar y es símbolo de respeto y unidad. Habitan en rancherías (piichipala o miichipala), pequeñas comunidades distantes unas de otras, conformadas por agrupaciones de parientes cercanas al clan. El pastoreo es la actividad más importante. El número de cabras, reses, caballos y mulas son el símbolo de riqueza y poderío. El tejido es una labor que combinan con las demás actividades cotidianas, en los ratos libres, en las visitas y cuando van de viaje.
Un personaje de gran importancia es el piachi', quien ha adquirido poder espiritual mediante su experiencia visionaria y las virtudes otorgadas durante sueños o trances que se interpretan como la incorporación de un espíritu protectorSeyuu, por lo que es llamado para curar. Los espíritus se comunican con los humanos vivos en los sueños. Maleiwa es el creador; Pulowi mujer primigenia; Juyá la lluvia; Shaneeta, y Kéerraria espíritus de lugares especiales; Yoruja los espíritus errantes de muertos. El wayú cree que tras la muerte va a Jepirá, el Cabo de la Vela, lugar de felicidad donde se descansa hasta que tras el segundo velorio, cuando los restos son exhumados para llevarlos un sitio definitivo, el espíritu del muerto toma el camino hacia la eternidad.
Los conocimientos retenidos en la memoria han pasado de una generación a otra para plasmarse con manos wayú en un sinnúmero de objetos tejidos de singular belleza y funcionalidad, elaborados en diversidad de técnicas, formas y colores. Anteriormente los wayú se valían de materiales naturales de su medio ambiente para elaborar y tinturar los hilos de sus tejidos; esta antigua transformación ha sido reemplazada por las materias primas procesadas industrialmente, en especial finos hilos de algodón mercerizado, hilazas y fibras acrílicas en vistosos colores.
Las diferentes actividades cotidianas, las festividades y los rituales implican ampliamente el uso de la música tradicional. Las labores de pastoreo se acompañan con música producida por flautas o canutillas, los pitos hechos de elementos del medio como el limón seco se usan en actividades de ganadería. La danza autóctona yocna o yonna(conocida como chicha maya), se usa en las celebraciones relacionadas con el desarrollo de la mujer e implica pasos en donde ella avanza desafiando al hombre, que retrocede tratando de no caer. Los instrumentos principales que se usan son flautas, pitos y tambores. |